Y me busco en la memoria el rincón donde perdí la razón...

                                                                                                                                                                                           Es increíble como puede variar la opinión de los demás hacia ti depende de los ojos con los que te mire, del tiempo que te conozca, del vínculo que os una. Y a veces me doy cuenta que ni yo misma me conozco bien.

Soy muy sensible aunque hay gente que se piensa lo contrario, odio que la gente me vea llorar y por eso intento guardármelo todo para mi solita, que cuando estoy mucho tiempo callada es porque temo abrir la boca y derrumbarme, que hay días en los que prefiero quedarme en casa para reflexionar y odiarme por ser tan inmadura... 

Yo, aparentemente tan alegre. Yo, tan inocente y tan ilusa. Yo, que cometo tantos errores en los que suelo volver a caer. Yo, que odio que la gente se autocompadezca y se preocupe por gilipolleces cuando fuera de aquí la gente muere de hambre, enfermedad y guerras a cada segundo. Yo, tan hipócrita que a veces no puedo evitar ser lo que tanto odio...

                                                                                                                                                                         

Morderse la lengua

Dicen que a veces es mejor morderse la lengua, aunque se caiga a pedazos; Pero cuando he callado demasiado, tarde o temprano me  resulta inevitable estallar. Siempre intento morderme la lengua intentando no darle importancia porque tengo miedo de que todo lo bueno desaparezca, porque le quiero demasiado pero sé que en el fondo las cosas no van bien por mucho que lo quiera mejorar. Me sigo mordiendo la lengua porque a pesar de todo eso sé que sin él todo se hace más doloroso. Sé que no podría aguantar estar al lado suya sabiendo que no voy a poder darle un beso más o simplemente que ya no somos lo que éramos. Porque le quiero más que a nadie aunque tal vez  esto no sea excusa para seguir callándome como una tonta...

Te quiero

Que me mire a los ojos cuando hablo.
Que escuche mis tristezas con paciencia y aún cuando no me comprenda, respete mis sentimientos...

No sé si quererse basta

A veces, dicen que hay que irse lo más lejos que puedas, para saber cuanto te importa lo que has dejado atrás. Porque estar alejados de los que quieres no significa que no los quieras, muchas veces eso te hace quererlos aún más.
Y es entonces cuando me doy cuenta de que por mucha distancia, contrariedades y dificultades que existan entre nosotros no puedo dejar de quererte, porque te quiero demasiado, me acuerdo de ti a cada instante, y a cada segundo que pasa me muero por volver a verte, abrazarte y escucharte... Aunque no se porque me torturo cuando esto no está saliendo bien, cuando lo único que consigo es que me duela cada vez más hasta pensar en tirarlo todo por la borda... Pero lo cierto es que cuando quieres a alguien de verdad, tirarlo todo por la borda resulta imposible...

Y me quedo con estas palabras que algún día ya lejano menciono Teresa de Calcuta, que en estos momentos parecen estar hechas para mi:

"Nunca le digas a una persona que ya no le amas si no puedes dejarle ir. El amor llega a aquel que espera, aunque lo hayan decepcionado, a aquel que aun cree, aunque antes haya sido traicionado, aquel que todavía necesite amar, aunque haya sido lastimado y aquel que tiene el coraje y la fe para construir la confianza de nuevo."

Todo lo que quiero...

Hay personas que entran en tu vida destinadas a salir de ella, puedes intentar impedirlo, puedes abrazarlas con todas tus fuerzas, pero lo máximo que vas a conseguir es que se vayan un poco más despacio.
Es imposible abrazarlas con suficiente fuerza... Pero aunque no estén para mi, yo siempre voy a estar para ellas, cuando tropiezan o cuando caen, o cuando simplemente les va todo perfecto, que no me voy a ir.
Puedes fiarte de que no te abandonaré...
¿Olvidar o esperar? Supongo que lo más jodido es no saber que decisión tomar.

SI  TU ME OLVIDAS

     
Pablo Neruda.

Quiero que sepas una cosa.

Tú sabes cómo es esto:
si miro
la luna de cristal, la rama roja
del lento otoño en mi ventana,
si toco
junto al fuego
la impalpable ceniza
o el arrugado cuerpo de la leña,
todo me lleva a ti,
como si todo lo que existe,
aromas, luz, metales,
fueran pequeños barcos que navegan
hacia las islas tuyas que me aguardan.

Ahora bien,
si poco a poco dejas de quererme
dejaré de quererte poco a poco.

Si de pronto
me olvidas
no me busques,
que ya te habré olvidado.

Si consideras largo y loco
el viento de banderas
que pasa por mi vida
y te decides
a dejarme a la orilla
del corazón en que tengo raíces,
piensa
que en ese día,
a esa hora
levantaré los brazos
y saldrán mis raíces
a buscar otra tierra.

Pero
si cada día,
cada hora
sientes que a mí estás destinada
con dulzura implacable.

Si cada día sube
una flor a tus labios a buscarme,
ay amor mío, ay mía,
en mí todo ese fuego se repite,
en mí nada se apaga ni se olvida,
mi amor se nutre de tu amor, amada,
y mientras vivas estará en tus brazos
sin salir de los míos.

Te quiero.

Un gran dilema

Ojalá pudiera taparme los ojos ante ciertas situaciones. Me encantaría tener la posibilidad de olvidarlo todo y dejar de atormentarme... Pero lo cierto es que eso no depende de mi, y por mucho que me tape los ojos el mundo seguirá aquí y aunque no quiera verlo me resultará inevitable... Porque a veces lo más difícil no es no ver lo que está sucediendo, lo realmente doloroso es abrir los ojos...
Realmente ni yo misma consigo aclararme después de todo...

Al fin

Que difícil se hace por momentos vivir pendiente de un hecho, de una cosa en particular. Esperar a que pasen estas horas se hace realmente pesado, pero el presente ilusiona y de ilusiones se dice que se vive. Cuento las horas y a la vez espero, porque estoy convencida de que nunca he deseado tanto nada.

Tu

Un día relajado para unos. Atareado para otros. Un día como otro cualquiera para aquellos que tengan una vida monótona o al menos crean tenerla. Un día con alegrías o un día con penas. Para mi, un día con penas, con tonterías, y también un día más queriéndote. Queriendo que vuelvas, porque me haces mucha falta. Estos son los peores días de todos. Días que empiezan cuando abro los ojos pensando en ti, y los cierro pensando en ti. Con sonrisas a veces, porque sé que aunque no te tengo a mi lado, te tengo. Y así pasan los días. Días imperfectos porque me faltas tú aquí conmigo. Y sé que de estos y de muchos otros tipos tendremos hasta que no queden días.

La flor que crece en mi

                                          Me cuesta abrir los ojos
                                           y lo hago poco a poco
                                   no sea que aún te encuentre cerca

Y notar que estoy cambiando un poco, bueno si es mucho, mejor.

Abro mis ojos hacia la nada en el infinito y no encuentro respuestas, ni hallo sonidos, pues soy lo que soy, sin ser siquiera lo que he sido;